Nota editorial

Tenemos las cosas claras.

Ya no somos aquella institución que generó fuertes polémicas en sus primeros años, aquella que se utilizó para viabilizar y acelerar la jubilación de algunos funcionarios y generar movilidad en los escalafones del BROU.

En aquellos años, a principio de los ochenta, hubo un grupo de jerarcas que con escasos aportes accedieron a importantes beneficios. Por ello fueron muy cuestionados pero también pusieron en tela de juicio la razón de ser del SEMU.

También nuestra AEBU visualizó esos movimientos de corto plazo y tomó distancia del servicio.

Con el tiempo el SEMU BANCARIO fue madurando como institución y modificando sus contenidos, incluso desde su esencia. Tanto como ocurrió con las AFAPs muchos trabajadores han ido comprendiendo que – aunque perfectibles – somos instrumentos válidos y muy útiles en materia previsional.

Así nos dimos los medios para aprobar una reforma de nuestros Estatutos que marcó un cambio sustancial : pasamos a un régimen de cuentas individuales donde ningún socio en el momento de su retiro se llevará otro capital que el aportado efectivamente más la rentabilidad acumulada por el mismo. No más un complemento de otras prestaciones, no más una renta actuarial ni reintegros estimados, sí dinero contante y sonante, acumulado e incrementado en base al ahorro individual y su rentabilización eficiente.

Un cambio de tal magnitud obviamente tuvo resistencias y ello nos implicó un importante número de reclamos legales de socios que se sintieron perjudicados por esa modificación. Pero felizmente el contenido y las formalidades fueron bien ajustados a la normativa legal y reglamentaria, y la justicia ha ido dictaminando en cada caso.

Al día de hoy podemos decir con tranquilidad que también la etapa de los reclamos judiciales resultantes del cambio estatutario son cosa del pasado.

Por otra parte, también como administración hemos consolidado nuestra independencia del BROU. Aquel cobijo inicial, según el cuál hasta funcionábamos dentro de los locales del Banco y contábamos con su asistencia funcional y tecnológica, ya fue.

También nos hemos abierto como institución a otros trabajadores que no necesitan ser funcionarios del BROU para incorporarse como afiliados. Esta incorporación no solo nos permite llegar con beneficios a otros trabajadores sino que fundamentalmente nos permite aumentar la masa crítica de afiliados y abaratar costos de funcionamiento.

Actualmente administramos un importante patrimonio social sobre la base de colocaciones rentables y seguras. Aunque en el último año la evolución del dólar perjudicó nuestras ganancias, año a año venimos obteniendo rentabilidades importantes cuyo producido neto se distribuye enteramente entre nuestros socios en proporción a sus saldos y aportes.

Hoy nos sentimos renovados institucionalmente, sólidos legal y financieramente y en posición de encarar los años venideros sobre la base de estrategias claras y correctas.

A saber :

Nuestro rediseño del logotipo institucional y la definición de los colores asociados al mismo no es sólo una cuestión de imagen. Aspiramos a que esta nueva imagen simbolice y represente la etapa que estamos abriendo.

Reingeniería de nuestra infraestructura administrativa y tecnológica para brindar un servicio moderno y ágil a nuestros socios. Esto incluirá nuestra presencia en la web primero con información y comunicación, y luego con servicios concretos por esa vía.

Accesibilidad de los socios al detalle de movimientos y evolución de su cuenta individual. Si bien periódicamente cada socio ha recibido información en su domicilio de sus saldos al cierre de cada ejercicio, estamos evolucionando para que esa información sea detallada y accesible cuando el socio lo estime conveniente.

Aumento de la masa social, apuntando especialmente hacia funcionarios del BROU y doblemente hacia trabajadores más jóvenes. Para ello realizaremos campañas de afiliación y promoveremos alternativas de capitalización progresiva a efectos de favorecer incorporaciones jóvenes y reincorporaciones de ex socios.

Incorporación de nuevos beneficios y oportunidades para nuestros socios basados en acuerdos y convenios con otras instituciones. No solo queremos conformar un excelente “fondo de retiro” que cada asociado percibirá en efectivo cuando alcance su jubilación, apuntamos a generar bienestar por todas las vías a nuestro alcance.

Ampliación de nuestra colonia de vacaciones en Punta Ballena y profesionalización de su gestión. Nuestra capacidad locativa actual alcanza a cuatro familias, y estamos iniciando obras para la incorporación de seis nuevos módulos. La concepción y diseño de la construcción asegura una mayor disponibilidad de plazas sin perjudicar el parque ni las instalaciones actuales y sin sobrecargar el entorno. Apuntamos a que este emprendimiento inmobiliario no solamente constituya una excelente inversión que se capitaliza año a año, sino que también genere rentabilidad y disfrute para nuestros socios.

Creciente profesionalización de la gestión del riesgo. Nuestra cartera de préstamos a los afiliados es – sin dudas – nuestra colocación más rentable. Tenemos clara orientación a una gran modernización de esta gestión y a un exigente sistema de recuperación de atrasos.


En suma, desde la dirección y la administración del SEMU BANCARIO nos resulta muy grato informar sobre la etapa de desarrollo institucional en que nos encontramos y abrir nuestros oídos y puertas a las inquietudes y expectativas de nuestros socios.

Sobre estos conceptos es que nos permitimos reiterar con orgullo lo del inicio : en el SEMU BANCARIO tenemos las cosas claras.


CONSEJO DIRECTIVO
Diciembre de 2010